En Europa hay pocos cafés de especialidad y la isla de Gran Canaria es productora del café de Agaete que es uno de ellos, con 5.000 kilos de café anuales.
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El Valle de Agaete
Este valles situado a 150 metros de altura sobre el nivel del mar, es un oasis que se encuentra envuelto de grandes y afilados riscos cubiertos de palmeras, se encuentra el Valle de Agaete en el cual el sol brilla siempre.
El Valle canario tiene plantaciones de naranjos, aguacates, plataneros y parras que proporcionan cierta y necesaria sombra a los árboles de café para que sus bayas maduren paulatinamente para convertirse cuando se tuesten en un café de especialidad excepcional.
El Valle de Agaete está al pie del pinar del Parque Natural de Tamadaba, reserva de la biosfera de la Isla de Gran Canaria y tiene una superficie de casi 46 km2 de suelo volcánico fértil. A pesar de su altura tan solo se necesitan 15 minutos para llegar a la zona costera.
Cultivo del café
Es sorprendente que en el Valle de Agaete se cultive un café tan excepcional ya que la climatología en esta zona de la isla de Gran Canaria es diferente de la de los trópicos ya que en Agaete la temperatura es constante a aproximadamente 21 ºC y se dan precipitaciones ínfimas durante el año.
Si miramos sobre un mapa dónde se encuentran los países de origen del café, veremos que casi todos ellos son países de clima tropical situados en los trópicos de Cáncer y/o Capricornio, donde el clima es principalmente húmedo.
El clima para el cultivo del tipo de café arábica que se cultiva en Canarias suele ser más extremo y en Canarias siendo un clima mucho más estable y cálido, descubrieron sus habitantes que era ideal para el cultivo del café.
De dónde proviene el café
El origen del café según los países de procedencia nos lleva a haber visto que históricamente podemos datar su llegada a Canarias el día 17 de agosto de 1788.
En esta fecha en la historia del café en Canarias, se conoce con tanta exactitud porque es el día en el que por Real Decreto de Carlos III solicita al Marqués de Villanueva y el Pardo que buscara en la Isla de Tenerife zonas con terrenos adecuados por las condiciones del suelo y por el clima, para cultivar productos tropicales traídos de América y Asia.
Cultivo del café
De tal época es el jardín que aún se conserva en Tenerife con el nombre de Jardín de Aclimatación de la Orotava, donde exactamente trescientos años después del descubrimiento de América, se empezaron a cultivar más de 100 especies de vegetales tropicales, entre los que se encontraba el café.
Posteriormente se pasó a cultivar café en todas las islas Canarias, pero desapareció, sin que se sepa el motivo, el cultivo en todas ellas y solo quedó el café de Agaete, que aún se sigue cultivando.
La tradición del cultivo de café de Agaete sigue manteniéndose en la zona que en la que el café era de mayor calidad, que era el Valle de Agaete, en las fincas Los Castaños, La Laja, Las Chocetas, Callico, Valero, Del Vínculo, Platinium y una treintena más. Todas ellas tienen un café propio con marca propia, conocida en todo el mundo como Café de Agaete.
La calidad del café de Agaete se debe al cuidado artesanal de los árboles del café ya que se utilizan hoy en día los mismos métodos de cultivo de hace más de dos siglos atrás y por ejemplo los abonos proceden de los árboles frutales que rodean el valle y los árboles no se podan y la recolecta del café se hace manualmente eligiendo cuidadosamente las cerezas de café que están completamente maduras.
Con esta tradición Agaete ha conseguido que sus cafetos estén sanos y no hayan sufrido nunca ni plagas ni enfermedades.
Tras este cultivo artesanal del café se pasa al procesamiento y para ello, aunque ya no se utilizan mazos, rodillos de madera y cedazos para descascarillarlo si no que se utilizan máquinas, los granos de café no se lavan previamente si no que lo que se hace es extender el café en camas al sol para que se seque.
Es muy posible que este cultivo del café tradicional en el que se utilizan técnicas muy antiguas y un tueste al sol, acompañado del peculiar clima de Agaete, sea el motivo por el cual este café tiene un sabor y aroma tan especial y apreciado, aunque algunos consideren que aproximadamente 60 euros el kilo sea muy caro.